De Cibernarrativa, Tomo 1 (Masacre Onírica de Aves Fénix)

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Imagen: "Muro Roto", fotografía manipulada de Gabriel Castillo-Herrera.

MASACRE ONÍRICA DE AVES FÉNIX.

Cuento corto de: Gabriel Castillo-Herrera

Este es un sueño impersonal, soñado por nadie. Son impresiones en un sueño conceptual.

En un páramo situado en algún hoyo negro, se podía vislumbrar una planicie de arena dorada. Unos ojos sin dueño se encontraban bajo un campanario de lo que alguna vez fue una iglesia derruida por el paso del tiempo y el abandono.

El badajo golpeaba, por efecto del viento, el cuerpo de la campana mayor.

Un preludio -interpretado por un cuarteto- sirvió para anunciar la pesada marcha de varios cíclopes. Estos abordaron carros de fuego tirados por pegasos que levantaron el vuelo en pos de aves en parvada. Los ojos ocultos, describieron las imágenes que describo:

Los cíclopes, armados con objetos contundentes, acometían contra las aves con tal efectividad, que en tan sólo cuatro incursiones dieron cuenta de las fénix, las que se desplomaban por cientos, irremediablemente.

Finalmente, los carros tocaron tierra y los cíclopes se alejaron de la misma forma que arribaron.

Se hizo, nuevamente, un silencio sepulcral.

El viento -lento- volvió a causar el sonido grave de la campana mayor. Sin embargo, esta vez, como respuesta a cada tañido, surgió un haz de luz, sumamente concentrado, cuyo punto de partida no pude ubicar; pero supe que hizo blanco en el par de ojos, que se incendiaron de inmediato.

El sueño se desvaneció; y -con él- el último testigo de la masacre:

Yo.